El secreto detrás de una manzana perfecta

Descubre cómo identificar una manzana de calidad: desde el color, la textura y el aroma, hasta cómo almacenarla para que conserve su frescura por más tiempo.

Las manzanas son una de las frutas más queridas y versátiles del mundo, pero no todas son iguales. Detrás de cada manzana que llega a tu mesa hay una serie de factores que determinan su calidad, frescura y sabor. En ALISA, seleccionamos cuidadosamente cada pieza para que solo recibas lo mejor.

¿Qué hace perfecta a una manzana?

1. Color vibrante: Una manzana de calidad debe tener un color uniforme y brillante. En variedades como la Pink Lady, buscamos tonos rosados intensos con matices dorados o verdes suaves que indican madurez óptima.

2. Textura firme: Al tocarla, debe sentirse firme, sin abolladuras ni partes blandas. Eso significa que fue cosechada y transportada en condiciones ideales.

3. Aroma fresco y dulce: Sí, las manzanas también se huelen. Una manzana fresca emite un aroma delicado pero reconocible, señal de que sus azúcares naturales están en su punto.

4. Conservación adecuada: El frío es clave. Almacenar las manzanas en refrigeración prolonga su vida útil y mantiene su textura crujiente. En ALISA seguimos protocolos específicos para conservarlas frescas desde su origen hasta tu mesa.

Una fruta simple, un estándar alto

Aunque parezca sencilla, una buena manzana es el resultado de un proceso cuidado: desde el productor, la logística y la selección, hasta el momento en que la eliges. En ALISA, creemos que lo simple también puede ser excepcional, y por eso, cuidamos cada detalle.

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